
La pregunta que todo el mundo se hace es si la policía local seguirá o hará una huelga en pleno carnaval, dejando la cosa de la seguridad a los mossos recién instalados en Sitges, o seguirán con la cabeza baja y sin cobrar lo que les deben.
Aparte de eso, creemos que viviremos otro carnaval con frío, en pleno febrero, para poder ver a las viejas glorias del Sitges de ayer enseñando las chichas que les sobran de los elásticos. Como si estuvieran en Rio de Janeiro...
Si dejaran a la ciudadanía gay montar sus propias carrozas seguro que el carnaval recobraría popularidad y vendría mucha gente a verlo. Y mejor en verano. Gente que se deja luego sus dineros en nuestros bares, cafeterías, restaurantes, galerias de arte, joyerías y tiendas de ropa.
Más visión, señores ediles.
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